En el corazón de cada blend de Mood hay una planta suave, de hojas aterciopeladas y flores amarillas que parecen encenderse al sol: el Gordolobo (Verbascum thapsus). No es casual que hayamos elegido esta hierba como base de todas nuestras mezclas: el gordolobo es un guardián ancestral de los pulmones y un aliado natural de la respiración.
Desde hace siglos, distintas culturas lo utilizaron en infusiones, cataplasmas o como hierba para fumar en rituales de purificación. Su energía está ligada al alivio y a la protección de las vías respiratorias, algo que la medicina herbal moderna también reconoce: ayuda a suavizar la garganta, calmar la tos y acompañar procesos de limpieza del sistema respiratorio.
Pero el gordolobo no solo sostiene al cuerpo: también le da un carácter único a la experiencia de fumar hierbas. Aporta cuerpo y densidad al humo, sin invadir con un sabor dominante. Suave y noble, permite que cada planta que lo acompaña —la frescura de la peperina, la calma de la manzanilla, la energía de la yerba mate— despliegue su identidad sin interferencias.
Podríamos decir que el gordolobo es como nuestro lienzo: sostiene, equilibra y potencia lo que se pinta encima.
En Mood, nos gusta pensar que cada calada es también un recordatorio: que se puede elegir otra manera, más liviana y consciente, de vincularse con el hábito de fumar. El gordolobo es la raíz de esa propuesta.
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